Todo el mundo cree saber lo que es un gato, pero sólo quienes han convivido con ellos los conocen.
A lo largo de la historia, los gatos se han asociado con imágenes algo siniestras que en absoluto se corresponden con la realidad: portadores de mala suerte, compañeros inseparables de las brujas, animales misteriosos y traicioneros, etc… Así, divinizados por unas culturas y malditos por otras, los gatos han soportado una injusta carga, que aún alcanza nuestros días.
No obstante, cada día son más las personas que eligen un gato como animal de compañía, al descubrir las múltiples ventajas que tienen frente a otros tipos de mascotas. Actualmente los dos factores principales que influyen en esta elección son: la falta de tiempo y de espacio que podemos dedicar a nuestros animales. Los gatos no necesitan salir a la calle diariamente como en el caso de los perros, ahorrándonos un tiempo cada vez más escaso con el actual ritmo de vida. Ocupan un espacio mínimo en las casas, cada vez más pequeñas, y son extremadamente limpios.
En contra de lo que muchos puedan pensar, adoran a sus dueños; si bien es cierto que el carácter felino difiere del canino; los gatos son , en general, menos sumisos y más independientes que los perros, pero no hay que olvidar que cada gato tiene su propia “personalidad”, modelada en buena parte por la educación y el trato que reciban desde pequeños.
En relación a sus cuidados y necesidades, es importante recalcar, que los gatos necesitan asistencia sanitaria semejante a la de los perros. Existe la falsa creencia de que los gatos no necesitan ser vacunados ni desparasitados, si no tienen acceso al exterior. Esto es un peligroso error, ya que las enfermedades víricas que pueden atacarles no respetan barreras; nosotros mismos, al entrar y salir, podemos ser portadores de enfermedades tan graves para ellos como la leucemia felina.
Respecto a su higiene, debemos cumplir unas normas mínimas, como el cepillado periódico (indispensable en razas de pelo largo), limpieza de ojos y oídos con los productos adecuados o el cambio frecuente de arena en su bandeja para evitar suciedad y malos olores.
Una buena alimentación es fundamental, como para todas las mascotas, y hoy en día resulta muy fácil, gracias a la amplia gama de alimentos preparados que existen en el mercado, tanto enlatados como secos, siendo éstos últimos más adecuados para el mantenimiento de la higiene bucal. Será suficiente con elegir una buena marca comercial, que cualquier profesional podrá recomendarle.
Por último, no hay que olvidar que la identificación, mediante el implante de un microchip, es obligatoria por ley para todos los perros y gatos residentes en la Comunidad de Madrid, a fin de evitar extravíos y los tan temidos abandonos.
Siguiendo estos consejos, mínimos pero imprescindibles, nuestros gatos podrán gozar de buena salud durante muchos años, compensándonos con su elegante presencia, su entrañable compañía y ese delicioso ronroneo.
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