Yo tengo dos gatas recogidas de la calle, “Mami” y “Elenita”. Cuando quieren entrar en casa se lanzan de cabeza contra la puerta. A veces estamos tomando una cerveza y picando algo y empezamos a oír golpes secos fuertes. La primera vez me asusté. "Tranquilo, son las gatas, que están golpeando la puerta. Es que han descubierto que si se lanzan bien, pueden bajar la manilla y abrirla." Aunque claro, sólo funciona una vez de cada quinientas. Mis gatas son maravillosas y como todo gato que se precie son las dueñas y señoras de mi casa.
   
El 16 de agosto del 2004, justo a la hora del almuerzo, unos perros ladraban frente a la puerta del jardín; me asomé y ví un gato trepado a mi árbol. Una vez marchado los perros, pensé que el gato bajaría del árbol, pero no fue así. El pobrecito tenía un susto de muerte. Pensé que si le ponía comida al pie del árbol bajaría, pero tampoco fue así. Se hizo tarde y me tuve que ir a dormir, confiando que bajaría por la noche. A la mañana siguiente el gato y la comida ya no estaban. Sentí alivio, pero a la vez preocupación por su paradero, cuando de repente oí un lastimoso maullido a mis espaldas y ahí estaba. Desde entonces decidió quedarse en casa, pero de vez en cuando vaga por el campo y me trae de nuevo la cuadrilla de perros ladrando.
   
Mi gata “Cloe” tiene 3 meses y es blanca. Desde que me la regalaron, cuando esta despierta, me muerde y araña a cada rato, ya sea cuando la agarro o cuando estoy desprevenida se avienta a mi; yo creo que esta jugando, pero no me agrada que lo haga por que me lastima, y por mas que la regaño, sigue igual, etc…Eso lo hace únicamente cuando esta despierta, porque cuando tiene sueño se acerca a mi, me ronronea, me lame y se acomoda en mi pecho. Sin embargo nos da muchos buenos momentos y la queremos mucho.
   
A “Lara” le encanta molestar a otros animales. En el campo cuando los potrillos están acostados, se les acerca silenciosamente, y les muerde la cola. Sale corriendo a toda velocidad, por supuesto perseguida por los potrillos, hasta que cruza el alambrado. Ahí se frena y los mira, porque sabe que ellos no pueden cruzar el alambrado . . . y así puede estar todo el día.
   
Hola. soy el dueño de “Heat”. Nosotros pasamos mucho tiempo en un pueblo de Cuenca, donde a mi perro le encanta estar, por que está en el campo. El nombre de “Heat” se lo puse, por que cuando lo traje a casa por primera vez, que era un cachorro de 35 días, lo primero que hizo fue mordisquear la carátula de una película de video, concretamente la de “Heat”, de ahí le viene el nombre. Creo que es una anécdota graciosa, que se me quedará grabada en mi mente toda mi vida.
   
Una de las cualidades de mi gata “Marquesa”es la de despertador; todos los días maulla y rasca su caja de arena, justo 3 minutos antes de que me suene el despertador, clavado, no falla ni los fines de semana, cosa que me fastidia bastante y que a su vez me sorprende. Lo más gracioso es cuando se queda hasta las tantas de la madrugada subida en mi escritorio mientras yo estudio. Se sienta al lado de mis apuntes lo suficiente cerca de mí como para darme algún que otro cabezazo cariñoso; y de vez en cuando se le cierran los ojos de sueño y la cabecita se le cae hacia delante, pero de ahí no se mueve hasta que yo me acuesto. Como yo madrugo mucho para ir a la facultad, ceno pronto para no acostarme con el estómago lleno y me voy a la cama sobre las 10 de la noche. Ella tiene la hora calculadísima, y si yo me quedo un rato hablando con mi madre en la cocina mientras hace la cena, viene a buscarme, se pasea por mis piernas y me maulla para que me vaya a mi habitación. Lo que quiere es que me acueste porque se quiere dormir, y a ella le gusta dormir a los pies de mi cama apoyada en mis piernas. A veces, las noches de mucho frío (ya sabéis que los gatos son bastante frioleros), noto sus bigotillos en mi cara y su ronrroneo zalamero, intentando meterse dentro de las sábanas, cosa que a mí no me importa demasiado porque ella me da calorcito a mí, además de que los gatos son animales muy limpios (lo peor son los pelos que suelta).
Ya llevábamos mi marido y yo dos semanas discutiendo porque no tirábamos de la cadena del WC. ¡Hoy hemos descubierto al culpable! Gracias Dinky
   
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